Con los precios locales en mínimos de más de 6 años, considerando valores constantes y una baja
competitividad del trigo argentino en mercado externo, el mercado se encuentra en una
encrucijada.
Según publicó la Bolsa de Comercio de Rosario, los operadores del Mercado Físico de Granos
siguen sin mostrar grandes movimientos por el cereal en un contexto de precios de pizarra en
dólares que caen desde inicio del mes pasado y donde la oferta, que no siente urgencia por
vender, espera por mejores condiciones.
Analizando la evolución del precio de pizarra en pesos constantes, ajustado por CER (Coeficiente
de Estabilización de Referencia), vemos que el trigo perdió más de la mitad de su valor en
términos de poder adquisitivo en pesos. Además, obtenemos que el valor actual del cereal es el
menor desde abril de 2018 en términos constantes.
En el futuro próximo no se avizoran factores que puedan mejorar este contexto desde el terreno
local. No obstante, 30% del cereal ya se encuentra en una condición regular a mala, por lo que si la
producción termina siendo menos auspiciosa de lo esperado, se podrían vislumbrar algún factor
alcista que colabore a fortalecer el basis doméstico contra Chicago.
Por el lado de la demanda, el panorama tampoco se presenta alentador, dijo la organización. Las
estadísticas oficiales muestran que sigue sin haber registros de DJVE para octubre y noviembre, los
últimos meses de la campaña actual. Considerando el roleo estimado de 5,7 millones de toneladas
que se declararon para la campaña 2022/23 y se prorrogaron por un año por las perdidas
productivas causadas por la sequía, se acumularían 7,75 millones de toneladas en DJVE para la
actual campaña. De ese total declarado, ya fueron embarcadas 6,65 millones de toneladas (en
base a datos del INDEC y NABSA), quedando un saldo estimado por cumplimentar de 1,1 millones
de toneladas.
Por su parte, los exportadores acumularon compras por 8,13 millones de toneladas, cerca de
400.000 toneladas más que lo comprometido por ventas externas. Es decir, estarían relativamente
bien cubiertos y hoy la industria molinera estaría siendo el sector más activo en materia de
compras de trigo. A esto se suma un mercado internacional desfavorable para el trigo argentino,
donde los precios FOB para los puertos del Up-River en la zona de influencia de Rosario se han
mantenido consistentemente en niveles altos en comparación con los valores en los principales
puertos de referencia de los grandes jugadores en el mercado de exportación del cereal. Se
destaca que no se tuvo una gran campaña productiva, pero es probable que se mantengan stocks
finales 2023/24 relativamente altos respecto a los últimos ciclos comerciales. De esta forma, este
marco podría dejar el peor desempeño exportador desde la campaña 2014/15, sin contemplar la
trágica campaña pasada. De esta manera, la baja competitividad del trigo local en el mercado de
exportación y valores poco atractivos para los productores en el mercado interno explican la poca
dinámica comercial. En comparación con el promedio de las últimas 5 campañas, la 2023/24
muestra un rezago de 10 p.p. en lo que respecta al porcentaje de la producción comercializado a la
fecha.