Las últimas jornadas de agosto dejaron un desastre hídrico en amplias zonas del centro del
país, con epicentro en el centro-este y sudeste de Córdoba, el sur de Santa Fe y el norte
bonaerense. En localidades del centro-este cordobés, las precipitaciones acumuladas
desde el sábado superaron los 300.
Las últimas jornadas de agosto dejaron un desastre hídrico en amplias zonas del centro del
país, con epicentro en el centro-este y sudeste de Córdoba, el sur de Santa Fe y el norte
bonaerense.
En localidades del centro-este cordobés, las precipitaciones acumuladas desde el sábado
superaron los 300 milímetros, mientras que en distritos del sur santafesino y norte
bonaerense los registros rondaron los 200 milímetros.
El panorama agronómico no es alentador. En el oeste y centro bonaerense, donde ya había
problemas de anegamientos, las nuevas lluvias complican aún más el escenario. Esto
obligará a muchos productores a reformular los planteos de siembra, dado que el lento
escurrimiento podría impedir la implantación en fecha óptima de los maíces tempranos.
La cuenca lechera del oeste bonaerense también enfrenta riesgos, especialmente en los
sistemas pastoriles que cuentan con mayor capacidad de resiliencia.