En Brasil el ciclo ganadero se está dando vuelta y la oferta de ganado no alcanza para un consumo
interno muy firme y una exportación que está batiendo récords históricos. Después de un período
de intensa liquidación –en julio último se habría llegado a faenar un millón de toneladas de carne
vacuna–, la matanza de ganado en los últimos dos meses ha experimentado una notable
reducción.