Según ACOVI, los gastos de levantar la uva con métodos tradicionales “se habrían triplicado en forma interanual”. En ese contexto creció la participación de la producción en las cooperativas.

ACOVI, la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas, estimó que la campaña de uva de 2024 mostró algunas señales auspiciosas en relación al año pasado. Pero también algunas luces de alerta que hay que considerar.

“Los datos oficiales sobre la cosecha 2024, comparativos con la temporada 2023, arrojaron que la cosecha alcanzó 19,1 millones de quintales, superando el pronóstico inicial para todo el país”, informaron desde el sector liderado por Fabián Ruggeri, titular de ACOVI.

El crecimiento representa un 32% más que lo recolectado el año pasado.

Una de las tendencias que se observaron en este sentido tuvo que ver con la incidencia de la cosecha mecanizada en comparación de otras modalidades como la tradicional, realizada en forma manual y que implica la contratación de trabajadores “golondrina”.

“En el modelo de uva tinta común los costos se incrementaron un 168%”, expresaron. Algo similar se vio en uvas varietales, con un aumento del 171%.

Entre las razones estarían, dicen desde ACOVI, “la suba de la mano de obra y del gasoil”. El costo de ficha a su vez fue de 150% para la uva tinta común y 160% para varietales.

“El flete llegó al 241% de suba interanual”, alertaron.

La tendencia también se observó en modalidades de “cosecha asistida”, en la cual se asiste con cierto grado de mecanización con el fin de que se consiga una mayor eficiencia en la recolección con menor esfuerzo. Y, por ende, menor necesidad de personal.

“Este sistema presenta beneficios en cuanto a mejores condiciones para el personal abocado a esta tarea. Un ejemplo de ello es la posibilidad incluir a personas de mayor edad debido a que el esfuerzo físico requerido es menor que un sistema de cosecha tradicional”, comentaron desde ACOVI.

Ante este panorama la cosecha mecanizada ganó terreno. Un factor determinante fue que el sistema cooperativo aportó cosechadoras para que productores con muy poca superficie puedan levantar su cosecha, una situación que desde el sector plantean que “no sucedería si tuviese que salir a contratar este servicio en el mercado”.

“La cosecha mecánica representó alrededor del 23% del total cosechado, siendo Mendoza y San Juan las provincias que lideran este cambio tecnológico”, estipularon.

Y en la comparativa, ante el evidente crecimiento de los costos en las otras modalidades de cosecha, en la recolección mecánica este punto habría sido neutralizado. “Ha sido similar al del año pasado”, expresaron. Incluso, con el diferencial del aumento de tipo de cambio tuvo un incremento 231% interanual para la uva tinta común, y un 202% interanual para la uva varietal respectivamente.