El mercado de soja se encuentra en una zona de indefinición. Aunque hay fundamentos
alcistas desde la demanda externa, los factores técnicos y la actitud cautelosa de los fondos
dejan a los precios atrapados.
El mercado de soja cerró una semana cargada de volatilidad. Los contratos de soja de
noviembre en Chicago (CME/CBOT) marcaron nuevos mínimos, arrastrados por ventas
técnicas, toma de ganancias en el aceite y una salida significativa de fondos que prefieren
esperar el informe del USDA del 12 de agosto antes de retomar posiciones.
Pese a una suba de las primas de exportación brasileñas, China adquirió, durante la
semana pasada, varios cargos de soja, incluyendo embarques desde Argentina para
octubre. Sudamérica gana terreno en el contexto global. Las primas de exportación en
Brasil subieron, y el aceite mostró firmeza. La harina argentina domina el mercado chino por
precio y calidad. China volvió a comprar otras 30.000 toneladas de harina de soja argentina,
cuya calidad y precio, más barata que la harina china local, la hacen muy competitiva.
El mercado de soja se encuentra en una zona de indefinición. Aunque hay fundamentos
alcistas desde la demanda externa, los factores técnicos y la actitud cautelosa de los fondos
dejan a los precios atrapados.
Ni siquiera el aceite de soja, que venía destacándose dentro del complejo, logró evitar las
pérdidas durante la semana pasada: cayó más de un 3% tras ceder todas las ganancias
iniciales de la semana. La presión adicional provino de una fuerte caída en los futuros del
diésel y ventas técnicas por fin de mes, lo que provocó retrocesos significativos desde los
máximos alcanzados a mitad de semana.
En contraste, la harina de soja logró un respiro. Después de una racha de seis sesiones
consecutivas en baja en Chicago (CME/CBOT), se observó una recuperación. La marcada
divergencia entre el aceite, respaldado por expectativas de mayor demanda para biodiésel,
y la harina de soja, que acumula una oferta creciente en EE.UU. Este desacople también se
refleja en las posiciones de los fondos: aumentaron sus posiciones compradas en aceite y
llevaron su posición vendida en harina de soja a un récord, generando una brecha inédita
de contratos entre ambos productos.