El poder adquisitivo de los salarios registrados (en términos de carne vacuna) cayó hasta
117 kilos en abril de este año.
Mientras que entre el mes pasado y mayo de 2024 la inflación (IPC) fue del 43,4%, nuestro
Índice de Insumos Ganaderos (que incluye personal, pasturas, silaje, maíz, alambre,
verdeos, gasoil y rollos) se incrementó 29,7%, como reflejo de una tasa de devaluación
inferior a la inflación.
También durante ese período el precio del novillito en Cañuelas subió un 52% y el ternero
–que estaba muy rezagado a mediados del 2024–, un 74%.
La relación entre salarios (Ripte) y el precio de la carne al mostrador (cinco cortes medidos
por el Indec), que promedió un poder adquisitivo de 169 kilos en el período 2012-2019, para
caer a 132 kilos promedio en los años 2020-2024, en abril último era de sólo 117 kilos.
El poder adquisitivo de los salarios registrados (en términos de carne vacuna) cayó hasta
solo 89 kilos en febrero del 2024, al comienzo de la presidencia de Milei, para recuperarse
luego por ocho meses consecutivos y alcanzar los 142 kilos en noviembre de 2024.
Desde entonces, y por cinco meses seguidos, el precio de la carne vacuna al mostrador
superó la evolución de los salarios, cayendo este índice en abril último a 117 kilos.