A través de un decreto, se prorrogó hasta el 30 de junio la medida que se tomó en el final del
mandato de Alberto Fernández y que continuó durante los primeros meses de Javier Milei.
Por medio del decreto 557/2024 –firmado por el presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete
Guillermo Francos y el ministro de Economía Luis Caputo–, el Gobierno nacional prorrogó por otro
año más la exención del pago de retenciones para las exportaciones de lácteos.
Se trata de una medida que se tomó por primera vez en octubre del año pasado, y estuvo
impulsada por el ese entonces “súper ministro” de Economía, Sergio Massa; y que la
administración de Milei decidió continuar durante el inicio de su mandato.
La prórroga vencía este 30 de junio y el Gobierno decidió extenderla hasta la misma fecha, pero de
- En rigor, ya lo había anunciado en mayo pasado y ahora lo oficializó.
De todos modos, también decidió mantener sin cambios los niveles de reintegros; es decir, no
aumentarlos, aduciendo que puede impactar en la reducción del gasto público.
“Prorrógase desde el 1° de julio de 2024 hasta el 30 de junio de 2025, inclusive, el nivel del
Reintegro a la Exportación establecido en el artículo 2° del Decreto N° 9 del 3 de enero de 2024,
para los productos elaborados con leche, leche bovina, bebidas a base de leche, caseína y sus
derivados, alcanzados por las disposiciones del artículo anterior”, agrega el texto normativo.
A la hora de argumentar esta decisión de mantener en 0% la alícuota de retenciones a los lácteos,
el Gobierno señaló que “es preciso contextualizar la situación del mercado lácteo, fluctuante ante
diversos elementos, entre los que se encuentran las condiciones climáticas que repercuten en sus
precios y costos internacionales”.
En este marco, consideró que gracias a esta decisión “se evidenció un paulatino pero constante
crecimiento interanual en los volúmenes de exportación de los productos lácteos; esto, incluso a
pesar de contar con precios promedios de exportación más bajos que meses anteriores, dando
cuenta de que aumentó la posibilidad de concreción de operaciones, a mayor resguardo de las
fluctuaciones en la cotización internacional”.
También destacó que la mejora del tipo de cambio exportador ocurrida a partir de diciembre de
2023, junto a esta eliminación de retenciones, derivó en “un impacto positivo en el precio pagado
al productor y en la rentabilidad del tambo promedio, que lleva una tendencia positiva en los
últimos meses, con valores que no se registraban desde el mes de marzo de 2020″.