Pese a la muy escasa humedad en los perfiles de suelo, ya se sembraron unas 200.000 hectáreas
de maíz en la región núcleo, la más productiva del país, que abarca el sur de Santa Fe, el norte de
Buenos Aires y el sudeste de Córdoba, un 15% del área estimada para esta campaña y un 10% más
que el año pasado para esta fecha. Es que en este ciclo, por temor a los ataques de chicharrita, el
insecto que transmite una destructiva enfermedad al cultivo, se recortará la superficie de maíz y
se adelantarán las siembras, incluso poniendo en riesgo la germinación, para evitar los picos de la
plaga.
En este escenario, recobran protagonismo el girasol y el sorgo como una opción defensiva y viable
ofreciendo, entre otras, ventajas en situaciones de sequía y altas temperaturas en ambientes
limitantes, con una menor inversión inicial. La clave para estos cultivos esta campaña será
adelantar la compra de semillas que escasea y minimizar costos.
Actualmente, según el relevamiento de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de
Comercio de Rosario (BCR), el centro sur de Santa Fe es la zona más adelantada en las labores, con
un progreso del 40%. “Se siembra con un grado de locura impresionante. Nadie quiere
desaprovechar la poca humedad superficial que queda”, reportan los técnicos de El Trébol. Allí,
solo los lotes con antecesor trigo/soja tienen algo de humedad para seguir sembrando. En Carlos
Pellegrini advierten que no queda humedad para una buena germinación. “Los tamberos son los
únicos que siguen sembrado porque necesitan imperiosamente tener maíz”, cuentan.
En el sur de esa provincia, ya se cubrió el 20% del área de maíz. De acuerdo con la GEA, en Bigand,
los lotes que vienen de soja de primera necesitan de una lluvia de más de 20 milímetros para
asegurar la siembra.En el noreste de Buenos Aires se sembró el 7% del maíz, pero “esta semana se
avanzará con el grueso ya que las reservas de agua son mejores”, indican los técnicos de la zona.
En tanto, en el noroeste bonaerense y el sudeste de Córdoba se sembró el 5% del maíz. “Ya no hay
humedad para la siembra”, dicen en la región, donde extenderán las labores de implantación
hasta mediados de octubre.
Según la BCR, ante la ausencia de pronósticos de lluvias para los próximos días empiezan a
aparecer otras alternativas de cultivos para los lotes en los que no puedan sembrarse maíz.
“Donde se hacía maíz tardío y la soja no supera los 30 quintales por hectárea, resurge el girasol y
el sorgo”, afirma Cristian Russo.
En un año marcado por la incertidumbre climática de un pronóstico de Niña moderada, con
perfiles de los suelos descargados y ante la amenaza de la chicharrita, muchos agricultores han
comenzado a considerar estas alternativas al maíz tardío aunque no ofrezcan los mejores
márgenes.
“El girasol y el sorgo emergen como una opción defensiva y viable, sobre todo en lotes donde la
soja apenas alcanza 25 a 30 quintales por hectárea. En estos suelos marginales o con limitantes,
estos cultivos se perfilan como alternativas viables frente al maíz”,