Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires la producción total alcanzó los 3,9 millones de toneladas, una suba del 15% en relación a la campaña pasada. Los niveles actuales de precios.

La producción local de girasol mostró solidez frente a la agotadora sequía que vivieron los cultivos durante la pasada primavera y el verano. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó la finalización de la cosecha, la cual alcanzó un nivel de 3,9 millones de toneladas, un 15% de incremento en relación a la campaña pasada y la cifra más destacada en al menos 13 años. Además, el rendimiento promedio se ubicó en 19,9 quintales por hectárea y la siembra fue de 1,9 millones de hectáreas.

De los principales cultivos, fue el único que pudo finalizar su ciclo con saldo positivo, lo que refleja la tolerancia que tiene el girasol a las situaciones de estrés hídrico. Para los expertos, mucho tiene que ver con el generoso comportamiento que sabe tener el girasol ante climas secos y la búsqueda de agua en la profundidad de los suelos.

Enrique Moro, presidente de la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR), reconoció que la performance del girasol en tiempo de sequía logró destacarse entre los cinco cultivos clásicos durante cada ciclo agrícola en la Argentina: “Se proyectaban 3,9 millones de toneladas antes de la siembra de girasol, y luego de la sequía, que no tuvo un efecto muy grande sobre este cultivo, se finalizó en ese número aunque bajó mucho el rendimiento en el Norte del país, en Chaco y el norte de Santa Fe”.

 “Sin embargo, hubo regiones del sudoeste y sudeste bonaerense, principalmente Balcarce, Tandil y Mar del Plata, que lograron compensar dicha merma porque allí los rendimientos obtenidos estuvieron muy por encima de los rendimientos promedios. Hay que decir también que hubo lugares donde salvaron la ropa, y salieron hechos. En el norte de La Pampa y sur de Córdoba, volvió el girasol y aportó mucho la genética en los valores de grasa”, agregó Moro.

En materia de precios mundiales, el titular de ASAGIR comentó: “el precio del aceite de girasol viene cayendo hace meses y se estabilizó alrededor de los 1.000 dólares, cuando hubo momentos en que en el inicio del ataque de Rusia a Ucrania llegó casi a los 2.000 dólares. El promedio de la década ronda los 930 dólares. Por lo tanto no estamos en el mejor momento, pero tampoco es el peor. En el orden externo hay un reemplazo por aceites más baratos, como la palma”.

Fuente: Agrofy