Entre enero y junio, el agro dejó en las arcas fiscales unos U$S 2.600 millones. Para el resto del año, se espera que esa cifra llegue a U$S 6.170 millones. Son muy buenas cifras con respecto al año pasado, pero están por debajo de 2021 y 2022.
La recuperación de la campaña de granos 2023/24 comenzó a percibirse en las arcas fiscales, en un escenario de tensión cambiaria y reservas del Banco Central que no logran engrosarse.
De acuerdo a una estimación de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en el primer semestre del año la agroindustria aportó el equivalente en pesos a U$S 2.600 millones en recaudación por retenciones.
“Dicho total más que duplica el aporte de los primeros seis meses del 2023, con un estimado de US$ 1.153 millones en ese período”, señalaron desde la entidad. En términos concretos, significa un alza interanual del 155%.
No hay que perder de vista que la sequía del pasado ciclo agrícola impactó en todo el esquema comercial, con producciones que se desplomaron y tuvo su consecuente impacto en los niveles de exportaciones.
De todos modos, pese a la marcada recuperación interanal, cuando se compara esta recaudación está por debajo delos U$S 4.000 millones del mismo período de 2021 y 2022.
“Esto encuentra su explicación tanto en un mayor volumen de grano anotado para exportar en aquellos años, así como mejores precios de exportación”, consideraron.
La recuperación de la campaña de granos 2023/24 comenzó a percibirse en las arcas fiscales, en un escenario de tensión cambiaria y reservas del Banco Central que no logran engrosarse.
De acuerdo a una estimación de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en el primer semestre del año la agroindustria aportó el equivalente en pesos a U$S 2.600 millones en recaudación por retenciones.
“Dicho total más que duplica el aporte de los primeros seis meses del 2023, con un estimado de US$ 1.153 millones en ese período”, señalaron desde la entidad. En términos concretos, significa un alza interanual del 155%.
No hay que perder de vista que la sequía del pasado ciclo agrícola impactó en todo el esquema comercial, con producciones que se desplomaron y tuvo su consecuente impacto en los niveles de exportaciones.