Durante 2024, los cortes vacunos aumentaron un 30% por debajo de la inflación. Pero el freno
paulatino a la inflación y el menor ritmo de faena para lo queda del año anticipan que las subas en
los mostradores llegarán más temprano que tarde.
En el transcurso del año, el precio de la carne vacuna en los mostradores aumentó por debajo de
la inflación.
En la última medición efectuada por el Indec, mientras el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de
julio alcanzó un promedio de 4%, los cortes vacunos aumentaron un 1,7% mensual, según
relevaron desde el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva).
De esta manera, en el negocio ganadero, la necesidad de subas en la hacienda de consumo no se
pueden terminar de trasladar a los precios en las carnicerías.
El poder adquisitivo del salario está golpeado, no puede convalidar más aumentos y esto se refleja
en las cifras de consumo: la demanda de proteína animal se mantiene estable –sobre los 120 kilos
anuales por habitante- pero la carne aviar empardó e incluso superó a la vacuna.
Los números confirman esta tendencia. Entre enero y julio, el IPC aumentó un 87%, pero los
precios de la carne vacuna variaron un 54,3%.
“No obstante, si se analiza la evolución de los valores de ambas series de precio en términos
interanuales, vemos que el precio de la carne no refleja plenamente la desaceleración que ha
comenzado a mostrar el promedio del resto de los bienes y servicios que llegan al consumidor”,
estimaron desde el mercado ganadero de Rosario (Rosgan).
La entidad rosarina anticipó que esta tendencia comenzará a cambiar. “A medida que la presión
inflacionaria comienza a ceder, el poder de compra del consumidor tiende a reaccionar,
especialmente en aquellos productos donde la retracción de compra durante los meses de mayor
ajuste no ha sido menor”, estimaron.
En este sentido, reconocieron que el negocio a nivel interno está “testeando un piso, a partir del
cual debería mostrar mayor resistencia en precio, ante nuevo retrocesos”.
A diferencia del último año, en donde hubo un mayor volumen de hacienda faenada por efecto de
la seca, esta tendencia comenzará a revertirse y generará una presión alcista en las cotizaciones.
En paralelo, otra variable que impulsará los valores es la quita de retenciones a la vaca de
exportación, que generará subas en esa categoría que tarde o temprano se trasladarán al
consumo.
En la reciente edición de la Exposición de Palermo, los consignatarios consideraron que el precio
de la hacienda de consumo está muy atrasado y que de acuerdo a los números inflacionarios,
debería tener un valor de $3.000 por kilo vivo.