La falta de agua y su impacto en la oferta de forraje hizo que los criadores anticiparan la
salida de la hacienda liviana de los campos. Ahora se espera que, tras las lluvias, comience
un período de mayor retención de la invernada.
El reacomodamiento de precios ganaderos llegó al negocio de la invernada: y después de
un enero con un elevado movimiento de terneros en los corrales, febrero transcurre con
más tranquilidad y los productores eligen el momento más adecuado para realizar sus
ventas.
Según explicaron desde el mercado ganadero de Rosario (Rosgan), los datos oficiales
mostraron que el mes pasado el movimiento de hacienda liviana fue récord para ese mes,
con cerca de 615.000 terneros y terneras saliendo de los campos de cría con destino a
otros establecimientos de cría e invernada.
Este volumen representó un incremento de 21% interanual y el nivel más elevado desde
que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) publica estos
datos, desde 2017.,
“La ausencia de lluvias sumado a las altas temperaturas que se registraron durante gran
parte de diciembre y enero, restringieron de manera muy veloz la capacidad de los campos,
por lo que muchos ganaderos optaron por aliviar tempranamente vacas, anticipando así las
primeras tandas de destetes”, señalaron desde la entidad rosarina
Este panorama comenzó a revertirse en febrero, con la llegada de las primeras lluvias y si
bien este cambió no se extendió de manera generalizada, esto se reflejó en un cambio de
comportamiento en el negocio, con una salida de livianos que empezó a ralentizarse.
Según Senasa, en las dos primeras semanas de febrero, se movilizaron 342.837 terneros,
un 10% más con respecto a enero. Un dato a tener en cuenta es que febrero suele aportar
entre un 30% y 70% de oferta de animales livianos.
De este modo, las lluvias y la revalorización de la hacienda destinada al consumo alentó al
criador a escalonar la salidad de terneros, con el objetivo de conseguir una mayor ganancia
de peso para su invernada.
En estos días, el ternero -de acuerdo a los remates del ROSGAN- cotiza sobre los $3.300 el
kilo, una mejora mensual del 10%.