El comienzo de esta estación del año es un momento muy importante: el destete, la clasificación y
venta de animales improductivos, el plan sanitario y planificar la compra de alimento, son algunos
ejes para evaluar en este tiempo.
Luego de tres años consecutivos de sequía, la producción forrajera del nordeste argentino aún
enfrenta ciertas dificultades.
Si bien la presencia del fenómeno climático de El Niño en los últimos meses permitió revertir la
disponibilidad de agua, esto no se manifestó de forma homogénea en la región.
Para tener éxito en la actividad ganadera durante el invierno, José Rosello, especialista en
producción animal subtropical del INTA Colonia Benítez, Chaco, recomendó ordenar el rodeo,
revisar el plan sanitario y planificar la compra de alimento.
“Los puntos clave son el destete, la clasificación y venta de animales prescindibles o improductivos
luego del diagnóstico de gestación, la asignación de potreros y ajuste carga animal, así como la
planificación de las posibles compras de alimento y revisión del plan sanitario general y sobre todo
de los terneros”, enfatizó.
Sin embargo, estas acciones no sólo se circunscriben al norte, sino que se pueden plantear en
diversas regiones del país, donde las condiciones climáticas fueron similares a las ocurridas en esta
zona.
“Estas decisiones son muy importantes para definir las ventas de vacas de descarte, terneros y
terneras que no se van a retener, así como el manejo de la alimentación”, expresó el especialista.
En esta línea, el investigador propuso a partir de abril “destetar a todos los terneros que todavía
estén al pie de la madre, sin importar la edad, para que los vientres recuperen condición corporal
con el rebrote otoñal”.
Además, subrayó: “Se debe priorizar la alimentación de las vacas preñadas y terneras de destete
que serán los futuros vientres, es decir, la reposición”.
Otra tarea que resaltó Rosello es “cuantificar el pasto de cada potrero, recorriendo e identificando
las especies que lo componen para estimar su posible aprovechamiento en kilogramos de masa
seca por hectárea (MS/ha)”.
En ese marco, indicó que “es momento de revisar los alambrados para clausuras temporarias de
potreros que nos permitan aprovechar al máximo las lluvias caídas para el rebrote y reservar
potreros antes del invierno”.
En cuanto a la evaluación del estado general de los vientres, Rosello recomendó realizar el
diagnóstico de gestación con el veterinario del establecimiento para determinar cuántos vientres
se encuentran vacíos y los distintos grados de preñez –chica o cola, media o cuerpo y grande o
cabeza- y al mismo tiempo el estado corporal de los de los mismos a través de la condición
corporal (escala 1-9).