Con bolsillos flacos luego del golpe del clima, los productores están obligados a tomar las decisiones correctas en un contexto cada vez más complejo
No sería novedad afirmar que las empresas agrícolas viven una situación muy delicada después de tres años de sequía y que un error importante en el ciclo 2023/24 las puede sacar de la cancha definitivamente. Hay que planificar muy bien los pasos por dar en 2023, en el marco de un pensamiento estratégico, que evite los bloqueos que puede generar una coyuntura incierta.
“Para tomar decisiones en las empresas agropecuarias en el turbulento 2023 hay que considerar el marco internacional, el contexto local y las herramientas a las que puede echar mano al productor para desarrollar sistemas productivos rentables y sostenibles”, sostuvo Sebastián Salvaro, director de AZ-Group, al hablar sobre la toma de decisiones en un contexto de incertidumbre, en una reciente jornada de actualización técnica de los CREA del centro de Santa Fe.
“En el marco internacional hay que considerar, por lo menos, el entorno macroeconómico, las relaciones entre monedas, la producción de los principales países y las proyecciones de crecimiento económico; además, se debe tener en cuenta lo que está ocurriendo con el valor del petróleo el posicionamiento de los fondos especulativos”, enumeró Salvaro.
El orador analizó la evolución de la tasa de interés en los países desarrollados. Durante varios meses pospandemia fue subiendo para reducir la inflación enfriando la economía real. Esa política dio resultados: por ejemplo, en Estados Unidos, entre agosto de 2022 y agosto del corriente año cayó del 10 al 3%. Recientemente, la FED anunció que no prevé nuevos aumentos de la tasa en el corto plazo, lo cual tiene impacto positivo para los granos porque los fondos especulativos se alejan de los papeles financieros y se pueden volcar a los mercados de granos.
Las relaciones entre las monedas también influyen en el valor de los commodities. Por ejemplo, al asumir la presidencia de Brasil Inácio Lula da Silva, el mercado esperaba que el real se devaluara fuertemente, algo que ocurrió durante los primeros días. Pero luego la tendencia se revirtió y la moneda se apreció. Este comportamiento también es positivo para el precio de los granos porque los productores brasileños tienen poca intención de venta de sus granos y esperan una devaluación del real para recibir mayores ingresos (algo que resulta familiar para los productores argentinos). Está realidad fue una barrera para la baja de precios que hubiera ocurrido si la gran ola de producción brasileña se hubiera vendido de manera masiva, para generar un efecto Puerta 12 para los precios.
Por otro lado, importan las proyecciones de crecimiento económico del mundo. Los datos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional pronostican un crecimiento cercano al 3% para 2024, apalancado por los países emergentes. Esta proyección también sería un elemento positivo para el valor de los granos.