Mientras el clima ayuda y los precios parecen comenzar a mejorar, el trigo vive un escenario complejo por el aumento en los costos de producción. En ese contexto, un manejo eficiente de la nutrición permite reducir el impacto económico y ganar rindes.

Si bien las perspectivas climáticas se despejaron, la campaña de trigo 2024/25 presentará una serie de desafíos a partir de la volatilidad en el precio de los granos y los valores de insumos y arrendamientos.

Según explicaron expertos del área triguera de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), la recarga hídrica en buena parte de la zona núcleo permite afrontar con ilusiones un nuevo ciclo del cereal.

Pero las buenas noticias terminan ahí. “La volatilidad en los precios de los granos, los valores de arrendamiento e insumos, y La Niña que amenaza con volver, complican el panorama y desafían a los productores a la hora de decidirse por trigo”, señalaron.

Aapresid llevó a cabo una ronda de consultas con productores y asesores de todo el país y en líneas generales, hubo una coincidencia: para marcar diferencias, hay que maximizar la eficiencia en el uso de fertilizantes. Además del lógico impacto en los costos, tiene un peso decisivo en el rinde del cultivo.

En el sudeste bonaerense, como parámetro, se produce casi la mitad del trigo a nivel nacional y las buenas decisiones de manejo en esa región pueden tener un impacto considerable en el volumen final de cosechado.

Guillermo Divito, asesor de la entidad en esa región, explico que consideran reajustar las estrategias de nutrición.

Por su parte, en el oeste bonaerense apuntan a mejorar las respuestas productivas a partir de una fertilización particionada, sin dejar de diversificar los momentos de aplicación y compra de los insumos.

En el sudeste cordobés, destacaron que otra forma de ganar eficiencia es la aplicación variable, ajustando dosis de acuerdo a la situación.

“Es importante ambientar previamente los lotes, al menos conocer la calidad del suelo, el nivel de humedad del perfil a los 2 metros y la presencia o no de napa, y en base a eso trabajar en el costo del cultivo por ambientes”, señaló Álvaro González, presidente de la Regional Aapresid Laboulaye

Además de los fertilizantes, los fungicidas son otro insumo que impactan en los márgenes del cultivo. Los especialistas reconocieron que la genética es una gran aliada para reducir la necesidad de productos químicos, por lo que es recomendable optar por materiales con un mejor perfil sanitario.