Planificar el manejo desde antes de la implantación permite evitar
sorpresas por ataques de enfermedades o invasión de malezas resistentes
a herbicida.
Sembrado en fecha óptima, y con suficiente humedad en el suelo, el
girasol da sombreado rápido y genera competencia natural contra las
malezas resistentes a los herbicidas. Tiene requerimientos de nutrientes
intermedios entre el maíz y la soja pero, si alguno se encuentra en niveles
deficitarios, tiene habilidad para conseguirlos. Se debe sembrar cuando el
suelo alcanza los 8°C o más. Si el suelo esta frío, la emergencia se demora
y las semillas pueden ser atacadas por patógenos.
El momento crítico para definición del rendimiento es el período que va
30 días antes y 30 días después de la floración, pero, ante la escasez de
humedad, disminuye menos el rendimiento que el maíz”, diferenció Pablo
Calviño. El técnico enumeró cómo funciona el cultivo y las prácticas de
manejo que pueden dar lugar a altos rendimientos en distintas zonas,
especialmente en las no tradicionales.
El girasol responde a la ambientación de distintos sectores dentro de cada
lote, lo que permite impulsar la siembra y fertilización variables. Es
altamente susceptible las superposiciones en las cabeceras, que se
deberían evitar.