La ganadería comenzó su proceso de recomposición de valores. Esta situación activó el sector. El escenario de actualización de precios se precipitó por el escenario preelectoral, el dólar maíz, entre otros factores. Esta tendencia se mantenía luego de que el precio bajó por la mayor oferta producto de la sequía.
Finalmente, la devaluación del 22 % motivó que el precio de la hacienda alcance nuevos valores y recomponga su situación, muchos criadores han tenido que vender gran parte de manera anticipada, permitiendo indirectamente comenzar a estabilizar el negocio de cara al próximo ciclo.
Así también la recuperación de los campos permitió iniciar un proceso de retención de hacienda. De esta manera, se detuvo la extracción que forzosamente debió darse a causa de la sequía. Tras la recomposición, los valores de la hacienda para faena respondieron con subas en términos reales: el ternero refleja subas del 11%, novillos del 19%, novillitos del 15% y vacas entre el 3% y 7% entre conserva y gorda, respectivamente.
Rosgan informó que frente a la suba de valores generalizado, la oferta tendera rápidamente a retraerse, generando faltantes en la faena de los próximos meses. Además, el documento señaló que pensar en 2024 implica imaginar un primer semestre muy similar a esta segunda etapa del año, donde la menor oferta ganadera será un factor clave.
Producto de la sequía, el sector espera una merma en el stock nacional de más de 2 millones de cabezas.
“Más allá de las dificultades que plantea la coyuntura actual en nuestro país, la ganadería vacuna se encamina hacia un futuro muy promisorio en los próximos años, siempre que logremos trabajar en un contexto de mayor estabilidad y menor presión del estado sobre la actividad”, concluyó Rosgan.