Aunque en general leve, en los primeros ocho meses de 2023 retrocedió un 0,3% versus igual período de 2022; el caso de los mercados que expandieron su negocio
El sector lácteo argentino enfrenta señales de una crisis profunda, caracterizada por el cierre de tambos, rentabilidad negativa, disminución de la producción y, para complicar aún más la situación, la sequía. En este contexto, un análisis revela que durante el período de enero a agosto de 2023, en contraste con el aumento del 0,94% en la producción en los principales países productores, la Argentina estuvo entre las naciones que sufrieron una disminución en su producción lechera del 0,3%.

El análisis fue realizado por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), que se basó en un grupo selecto de los principales países que representan aproximadamente el 55% de la producción mundial de leche de vaca. El informe detalla que, a diferencia de la mayoría de los países, tanto Argentina como Chile (-3,3%), en América del Sur, experimentaron una caída en su producción, influidos por factores “como la sequía, aumentos en los costos de producción y precios internacionales más bajos”.
En contraste, Brasil muestra un crecimiento sostenido (aunque no se disponen de datos oficiales hasta agosto), mientras que Uruguay ha experimentado un crecimiento en los últimos meses, acumulando un aumento del 0,6% hasta agosto.

En tanto, el bloque de los 27 países de la Unión Europea experimentó una disminución en la producción durante los primeros ocho meses de 2022. Sin embargo, a partir de septiembre-diciembre, comenzó a mostrar un crecimiento leve que se mantuvo en los primeros siete meses de 2023, acumulando un aumento del 0,7%. A pesar de este crecimiento, la producción comenzó a retraerse en agosto, alcanzando un acumulado de +0,6%.
En tanto, Estados Unidos, el segundo mayor productor, tuvo un primer semestre negativo en 2022, pero revirtió la tendencia con crecimientos entre el 0,5% y el 1,7% en el período de julio-diciembre, “lo cual le permitió cerrar el año con un leve crecimiento del 0,2%; ahora en lo que va de 2023 presenta un crecimiento del 0,4%”.

No obstante, el panorama no es alentador porque advierten que a nivel mundial, el crecimiento interanual en agosto muestra una tendencia descendente en los principales países exportadores de leche. “Si lo vemos para los principales países exportadores, el crecimiento interanual a agosto viene en un ritmo descendente y se puede vincular con los bajos precios internacionales, con demanda retraída (sobre todo de parte de China), suba de los principales costos (alimentación y energía) y situaciones meteorológicas adversas”, concluyó el informe.