El precio de la soja experimentó inicialmente una tendencia alcista al inicio de la semana pasada,
pero rápidamente volvió a la baja, acercándose al soporte de $12,95 en Chicago. La consolidación
de máximos y mínimos decrecientes desde principios de año indica un canal bajista de mediano
plazo. Sin catalizadores alcistas inmediatos, existe la posibilidad de romper soportes y alcanzar un
nivel de $12,50.
La preocupación por la cosecha brasileña podría generar coberturas antes del informe mensual del
USDA en enero. Los fondos fueron vendedores netos la semana pasada, reduciendo su posición
neta comprada en el complejo de la soja. Aunque el consumo doméstico en EE. UU. se mantiene
fuerte, las existencias de aceite de soja aumentaron, creando un panorama mixto para el mercado.
No obstante, de cara al informe mensual del USDA en enero, se podrían generar algunas
coberturas por preocupación en la cosecha de Brasil. La soja en CBOT finalizó el viernes en 480,2
USD/t, una caída semanal de 9,3 USD/t.
El artículo destaca la volatilidad actual en el escenario agrícola global, donde las recientes lluvias
en Argentina han generado optimismo, pero persisten preocupaciones en torno al potencial de
producción de soja en Sudamérica.
La destacada demanda en EE.UU., evidenciada por las recientes compras de Sinograin, brinda un
respiro en medio de la complejidad del mercado. Sin embargo, la presión sobre los precios,
impulsada por preocupaciones logísticas como los problemas en el transporte marítimo y el
aumento constante de los fletes, subraya la fragilidad del equilibrio actual.
Desde el punto de vista técnico, el contrato MAR24 cerró por debajo de sus medias móviles de 100
y 200 días, un patrón que históricamente ha precedido a rebotes alcistas. Aunque los precios se
mantienen por encima de los niveles de 2014 a 2020, algunos especuladores podrían esperar a
que los precios sean más atractivos antes de considerar compras. Se sugiere que el mercado
podría caer al rango de $12,60 a $12,90.