Un documento de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires remarcó que podrían ingresar entre US$
190 y US$ 630 millones adicionales por las exportaciones de trigo si se cambiaran las políticas
agropecuarias. En el mismo documento como condiciones de inicio se mencionan desde las
transformaciones económicas y financieras, tras la primera campaña después de varias de sequía,
hasta las fluctuaciones en los precios de los granos y los costos de producción. También resulta
crucial, afirman, analizar las políticas agrícolas adoptadas por el nuevo gobierno nacional y las
variables agronómicas y climáticas.
En síntesis, este artículo, dicen los autores, “Proporciona una primera visión sobre el conjunto de
incentivos que enfrentan los productores, al tiempo que propone explorar escenarios alternativos
ante cambios en impuestos considerados particularmente distorsivos y la eventual unificación
cambiaria”.
Los resultados muestran que una mejora en la rentabilidad derivada de cambios en la política
agropecuaria podría desencadenar un aumento significativo en el área de siembra triguera. Este
incremento tendría un impacto directo en la producción, que podría variar entre 850 mil y 2.8
millones de toneladas adicionales, dependiendo del escenario considerado. Se estima que este
aumento en la producción podría generar entre 190 y 630 millones de dólares adicionales en
divisas.