A 28 años de su fundación, la compañía familiar, que es la principal fabricante de cebos para el control de plagas del país, se lanza al mercado de bioinsumos. Lo hace con una tecnología propia -desarrollada en colaboración con el INTA y la EMBRAPA-, única en Sudamérica que permite introducir microorganismos benéficos en una matriz sólida y así aumentar su eficacia. Con esta inversión, prevé diversificar e incrementar sus exportaciones